HASTA LO ÚLTIMO DE LA TIERRA
Hechos 1:8
Jesús habló de “lo último de la tierra” en su último mensaje. La vida de fe cristiana es el proceso de guardar este mensaje en nuestro corazón. Ya hemos recibido la gracia de la salvación. Cuando oramos, se abre la puerta del cielo y los ejércitos celestiales de ángeles del Señor se movilizan. En ese momento comienza la respuesta de atar a las fuerzas de la oscuridad. Recibiremos la bendición de salvar todos los campos en los que entremos si apartamos un tiempo para orar profundamente y disfrutar de ello por la mañana y por la noche. ¿En qué aspectos debemos devocionar como los que conocen el significado de lo último de la tierra, del que Jesús habló?
1. El mandato celestial - Hechos 1:1, 3, 8
Lo importante no es “¿Qué debemos hacer?” sino “¿Qué debemos entender y disfrutar?”. Por tanto, debemos poseer y disfrutar la respuesta “Todos los problemas se han solucionado ya por medio de sólo Cristo, el reino de Dios y el Espíritu Santo”. En ese momento comienza la respuesta de lo único y la recreación. Debemos recordar que esta respuesta puede comenzar con cosas muy pequeñas y humildes, no hace falta una gran obra porque Dios está a nuestro lado en todo momento y circunstancia. La respuesta de cien años y mil años comenzará si descubrimos que ésto es nuestro mandato celestial. Somos testigos de la verdad de que sólo el Evangelio, el reino de Dios y el Espíritu Santo son suficientes para nosotros.
2. Las 237 naciones - el final de la época
Veremos el final de esta época si descubrimos y disfrutamos del mandato celestial. Para ello, necesitamos gente e iglesias que puedan guardar las 237 naciones en sus corazones y orar. Jesús nos dijo claramente que fuéramos a todas las naciones y compartiéramos el Evangelio hasta lo último de la tierra. Sin embargo, no hay iglesias que crean en esto y preparen a personas de 237 naciones. Lo que necesitamos no es un gran coraje, sino una conciencia como cristianos. Dios está buscando a iglesias y creyentes que puedan eliminar la oscuridad que lleva dominando durante mucho tiempo y sembrar sólo el Evangelio.
3. Encontremos nuestro último de la tierra
Si el deseo de Dios se convierte en “nuestro mandato celestial”, debemos encontrar “nuestro último de la tierra”. Lucas el médico escribió el Evangelio de Lucas para Teófilo e hizo una pequeña devoción con el fin de enseñarle que Jesús es el Cristo. El Evangelio de Lucas, que recoge el “sólo” de Lucas, se convirtió en su obra maestra y fue incluido como un libro de la Biblia. Esta es la respuesta de lo único. Cuando comencemos a creer en la promesa de Jesús “Seréis mis testigos hasta lo último de la tierra” y oremos, descubriremos “nuestro mandato celestial” y “nuestro último de la tierra”.
Oración del evangelista. ¡Dios! Permite que entremos en el horario del cumplimiento del pacto, que das a las personas salvas y a aquellas que han descubierto su mandato celestial. Que hoy sea el día en que confiemos en Ti y disfrutemos de Tu misterio de la concentración.