LOS ACONTECIMIENTOS QUE TUVIERON LUGAR DESPUÉS DE MIZPA
1 Samuel 7:11-17
Ana descubrió lo que Dios había preparado y lo que prepararía cuando oró estando afligida por no poder tener un hijo. Podremos recibir respuestas que cambian el mundo si oramos con la fe correcta al igual que hizo Ana. Dios quiere usarnos para destruir la oscuridad de nuestras regiones. Si entendemos esto y oramos, podremos luchar en la batalla espiritual donde el poder de Dios se manifiesta. A pesar de su debilidad, Dios desea salvar a esta generación a través de los Remanentes. Si esto es así, ¿qué debemos hacer?
1. La oración de cambiarnos a nosotros mismos
Ana, que oró fervientemente por un hijo, descubrió un título de oración correcto. Su oración cambió cuando entendió el pacto del “Nazareo que Dios usaría”. Penina, que provocaba a Ana y le hacía la vida imposible, no cambió y el mundo sigue siendo el mismo. Por el contrario, Ana recibió la respuesta verdadera de cambiar ella misma. A partir de ese momento, Ana dio a luz a un hijo, Samuel, y lo entregó a la casa del Señor. Samuel, acostándose junto al arca de Dios y orando, se convirtió en un siervo que salvó su época.
2. La oración que cambia la nación
Samuel reunió a todo Israel en Mizpa y consiguió que el pueblo se comprometiera con Dios. Los liberó de la idolatría y apartó todas las cosas falsas, las que provenían del mundo y aquellas que traían destrucción. Samuel ayudó así a los israelitas a restaurar el pacto más importante que habían perdido. Todo el mundo se hizo uno, unido alrededor de este pacto, y comenzó a orar con la oración deseada por Dios.
3. La oración que cambia el futuro
Una persona descubrió un título de oración y comenzó a orar con la oración verdadera, y Dios hizo que las guerras pararan por medio de esa respuesta. Las personas que vieron a Samuel creyeron en Dios y restauraron la fe verdadera. Dios también envió a David, un discípulo y obrero precioso cuyo corazón estaba en Dios, hasta Samuel. Dios verterá las bendiciones que pueden transformar el mundo si preparamos nuestras vasijas de oración que cambiarán el futuro.
Oración del evangelista. ¡Dios! Gracias por permitir que examinemos nuestra oración. Haz que nuestras oraciones sean de oro refinado y bendícenos para que comencemos la verdadera oración que deseas.