EL CORAZÓN DEL EVANGELISTA QUE SALVA AL MUNDO
Hechos 1:1-8
El evangelista debe salir al campo con la respuesta. Palabras como “cuarenta días” (Hechos 1:3), “aguardar” (1:4), “sólo” (1:8) y “ocuparse” (1:14, 2:42) apuntan el tipo de corazón que un evangelista debe tener. Satanás está llenando el centro del corazón de la gente con cosas que superan a Nefilim, las religiones y los ídolos, con “oraciones que no necesitan religión” (movimiento de meditación, movimiento chi). Por el contrario, la obra de Dios se levantará si plantamos a Cristo, el reino de Dios y el Espíritu Santo en el espíritu de estas personas. ¿Qué clase de corazón poseía el evangelista que salvó al mundo?
1. Un corazón
Dios envió a Cristo para acabar con todos los problemas de la vida (Juan 19:30). También nos ha enseñado los tres misterios de Cristo (Hechos 1:1, rey, profeta, sacerdote) y dado la respuesta que puede superar cualquier circunstancia (Hechos 1:14). Guardar esto en lo más profundo de nuestra alma y espíritu se llama “un solo corazón”. Podemos cambiar completamente nuestro problema, tentación y conflictos con la oración.
2. Todo el corazón
La respuesta más importante en la tierra que Dios había prometido llegó cuando los creyentes entregaron todo su corazón (Hechos 2:1-13). Fueron testigos de evidencias en el campo, y 3.000 discípulos se levantaron (Hechos 2:41-42). Su economía se avivó de tal manera que con sus ofrendas pudieron hacer evangelismo e iniciar las misiones (Hechos 2:43-45). Guardar este hecho en nuestros corazones mientras nuestra vista está puesta únicamente en Dios es lo que llamamos “todo el corazón”. Podemos transformar completamente nuestro trabajo (carrera profesional, estudios, negocios) ante Dios por medio de la oración de todo el corazón.
3. La continuidad
La Iglesia Primitiva se reunió todos los días en el templo y en el hogar, y alabó a Dios (Hechos 2:47-48). Su gozo se transmitió en el campo (Hechos 3:1). Predicaron sin descanso que no hay otro nombre bajo el cielo en que podamos ser salvos y que Jesús es el Cristo (Hechos 4:12, Hechos 5:2). Caminar hacia la eternidad se llama “continuidad”. Podemos ver el futuro asombroso de Dios a través de la oración de la continuidad.
Temas para el fórum. ¡Dios! Gracias por permitirnos conocer el centro del corazón del evangelista que salvó al mundo. Con este corazón, levántanos como testigos que se salven a sí mismos, a las personas que nos rodean y a muchas otras.